jueves, 31 de julio de 2008


Ensayo No.1 para obtener un Pensamiento Múltiple, Diverso, Frágil, Intuitivo y Ambiguo


20 de julio de 2008

Inicio la escritura de este texto a pocas horas de iniciarse la gran marcha nacional por la libertad y paz de Colombia; el evento ha sido convocado masivamente por los medios de comunicación, los que también buscan que éste se extienda a las comunidades patrióticas que residen en el extranjero. En varias ciudades la manifestación finalizará con un concierto de algunos de los intérpretes más destacados en el ámbito internacional, ellos junto al pueblo colombiano, buscarán unir sus voces por la causa mencionada aprovechando y dando un nuevo sentido a la fecha conmemorativa de la independencia del país, fijada históricamente el 20 de julio de 1810. La celebración tendrá su punto más álgido en Leticia, ciudad capital del departamento del Amazonas, donde se reunirá el presidente Álvaro Uribe con otras personalidades del gobierno actual, y algunos de los soldados que recientemente fueron liberados de su condición de secuestro.

El grupo de investigación en danza sobre prácticas entre la tradición y la contemporaneidad, busca generar nuevas formas de lectura sobre los procesos que han constituido y constituyen hoy el mapa dancístico del país, que entre otros intereses, trabaja en la búsqueda de elementos que ayuden a sustentar el hasta ahora inexistente Plan Nacional para la Danza. Quizá la principal inquietud, surgida a un mes de iniciados los encuentros del grupo, tiene que ver con la manera en que podríamos entender la cultura no solo en términos de multiplicidad sino también de movilidad, en un país que parece necesitar más que nunca la identificación nacional como estrategia de fortalecimiento contra la guerra, hecho que también hace parte de la historia sobre sus tradiciones.

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Identificación, un complejo mecanismo cuyo nivel de presencia o ausencia coloca al sí mismo en inminente tensión frente a los otros. ¿Cómo no sentirse llamado a la pertenencia de una comunidad?, ¿cómo no hacerlo a través de los contenidos de sus materias sígnicas y afectivas?; nuestro deseo opera de una u otra forma en relación a dichos sentidos de subjetivación, y de muchas formas ello nos permite construirnos y situarnos, pero en términos espaciales, la sentencia que acabo de escribir posee una sola dirección tanto en el eje horizontal como en el vertical, me refiero a la ubicación -delimitación de un territorio y a las funciones edificadoras que sobre éste se ejercen; allí es pues donde a mi deseo le interesa problematizar a través de los dispositivos cartográficos, del pensamiento archipiélago, del pensamiento de rastro y otros, a los que en este periodo nos hemos acercado dentro del grupo de investigación.

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Pienso nuevamente en el valor que posee la continua afirmación y declaración de la identidad colombiana (hablo de lo que oigo y veo en los medios y en alguna gente a mi alrededor) y me pregunto si existen señales de lo que, para Edouard Glissant sería una cultura con preponderancia atávica; a pesar de todas las contradicciones intrínsecas creo que sí, Colombia se encuentra en un momento especial de remodelación atávica, esto es, de redefinición en la defensa de su territorio como territorio legítimo, y lo viene haciendo dentro de un marco muy complejo que, gracias a esfuerzos políticos, institucionales, académicos, etc., le han otorgado una nueva perspectiva al país a través de un reconocimiento a la diversidad de los pueblos y culturas que habitan en él.

Hasta aquí los meritos son grandes, pero a mi modo de ver el proceso corre un riesgo de doble filo, el primero relacionado con la localización (estabilización geográfica) de tales expresiones culturales, y el segundo, y creo que el más peligroso, el achatamiento de de lo múltiple y lo diverso como consignas puramente conceptuales, incluso propagandísticas a nivel político, que de dicha manera le restan toda su posibilidad como formas reales de pensamiento y experiencia, apareciendo más dentro de un marco afectivo de tolerancia e inclusión, que en uno práctico-ético de mutabilidades y desplazamientos identitarios.

Además del reconocimiento de esa diversidad inscrita en las fronteras geográficas - estatales del país, es necesario comprender que dichas manifestaciones regionalmente representativas provienen de criollizaciones, son conjunciones y compartición de flujos entre formas heterogéneas, surgidas espontáneamente y sin previsión como conjuros ante un medio adverso (dentro de contextos de una u otra forma violentos, según Gissant y Benites Rojo); y que su identificación, clasificación y fijación como expresiones de lo tradicional, de lo popular, del folclor, de lo moderno, etc., se ha realizado a través de filtros casi siempre externos a la propia práctica. De igual manera se hace evidente que el movimiento permanece, que los procesos de criollización continúan abriéndose una y otra vez a nuevas posibilidades, de manera aún más veloz dadas las condiciones contemporáneas de lo mediático, con intensidades y actitudes relacionadas a su medio ambiente, el hermoso caos (Glissant) del mundo globalizado, pero con mecanismos sociales de generación expresiva muy similares a los de otros momentos construidos por la historia.

Todo ello da cuenta de la inagotable e impredecible creatividad de la producción y práctica cultural, y pienso que esta totalidad de ciertas maneras (Benites R.) de hacer deben ser reconocidas como constituyentes de la identidad de las culturas colombianas, pero sobre todo, considero que es importante el reconocimiento y la apropiación del proceso en que surge la cultura, no para olvidar o dar por hecho las formas ya producidas en pos de la innovación exaltada por el capitalismo, sino en pro de una riqueza expuesta hacia al infinito de las posibilidades de producción y creación de formas particulares y colectivas de existencia.


Z. N.


lunes, 14 de julio de 2008

cultura de masas y construcciones populares

... en el proceso de gestación histórica de lo que Occidente ha llamado popular, desde el siglo XVII, intervinieron procesos de masificación tan fuertes como los que condujeron a la formación de las culturas nacionales; y viceversa, que en los procesos de fabricación de la cultura de masas ya en el siglo XIX jugó un papel decisivo la presencia de rasgos y formas, reconocibles por las mayorías, de sus propias tradiciones y géneros culturales. (Oficio de un Cartógrafo, pag 20)

Porfa vean:
Torbellino Pacífico
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Reggaetón Tumaqueño
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viernes, 11 de julio de 2008

PROYECTO CÁTEDRA INVESTIGACIÓN DE DANZA
ENTRE LAS PRÁCTICAS TRADICIONALES Y LAS CONTEMPORÁNEAS
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Y JUSTIFICACIÓN

Pensar en el significado de la diversidad en la danza remite a tres cuestiones diferentes no siempre relacionadas: la multiculturalidad, la condición geográfica y la dimensión histórico-temporal En las últimas dos décadas, las diversas manifestaciones de la cultura, su extensa variedad de prácticas amalgamadas a la cotidianidad, a los oficios habituales de la compleja sobrevivencia de los seres humanos, han entrado en el foco de las discusiones y discursos de los asuntos públicos y políticos de las naciones. La Cultura poco a poco empieza a sustentarse en las políticas gubernamentales como un recurso vital y potencialmente sostenible, necesario de cuidar, dinamizar y “capitalizar”. Por otro lado, las prácticas artísticas contemporáneas se permean, cada vez más, de los aconteceres genuinos de las culturas locales difuminado la brecha creada por el pensamiento moderno entre arte y cultura.

Sin embargo, la casi nula investigación que se tiene en la actualidad sobre la “diversidad cultural” en el ámbito de la danza en Colombia, no ha permitido abrir un diálogo abierto sobre los modos diversos de su hacer en el país, y sobre las relaciones implícitas entre las distintas geografías (rurales, urbanas, etc.). Concebir la danza hoy en Colombia implica trasegar los diversos terrenos geográficos y así mismo, sus diversos territorios afectivos y expresivos que fuerzan al investigador y observador de las prácticas artísticas a desechar el punto de partida modernista de una diversidad anclada en los géneros dancísticos (folclor, tradicional, ballet, moderno, contemporáneo). Esta clasificación tiende a objetualizar la diferencia, a concebir la diversidad desde concepciones inanimadas que omiten por completo los procesos de subjetivación que atraviesan el hacer mismo de dicha disciplina.

La danza no se encuentra separada de los tejidos afectivos, expresivos, sociales, espaciales y temporales de los sujetos, y las formas de investigación artística que se realicen sobre ella deben abrirse a los terrenos desiertos y desconocidos de la transdisiciplinariedad. Hoy, estas formas de estudio necesitan crear nuevos territorios que permitan traspasar imágenes y delimitaciones del pensamiento
[1] para abrirse a formas autopoieticas de existencia.

Esta investigación se propone entablar espacios de negociación sobre la tradición, la contemporaneidad y cómo la significación de estas nominaciones están implicadas en las formas de circular, investigar, formar y tejer la danza con la comunidad.

La realización de este proyecto se hace hoy imprescindible para la consolidación de una infraestructura de conocimiento del sector de la danza, que apoye efectivamente a las diferentes instituciones y entidades culturales (nacionales y locales), en la formulación de estrategias, políticas y programas propios de sus funciones. De igual manera es necesario fortalecer hoy un sistema de información destinada a los diferentes actores del sector, para que desarrollen de manera más efectiva sus procesos de toma de decisión, empoderamiento, reconocimiento y como herramienta para establecer lineamientos de política con una participación ilustrada dentro de los diferentes estamentos gubernamentales.

De manera concreta este proyecto de investigación busca fortalecer el primer frente de acción del Plan Nacional para las Artes 2006-2010: Consolidar la información y producir investigación socioeconómica sobre el sector artístico.

MARCO TEÓRICO

El marco teórico de la presente propuesta está delimitado por dos regimenes conceptuales: aquel que proviene del lenguaje constitucional y que se encuentra definido en el Plan Nacional de Cultura 2001-2010 y el Plan Nacional Para las Artes 2006-2010, y otro que nace desde los campos filosófico y estético y que bien puede concentrarse en la propuesta de Amalia Boyer sobre geoestética y espacialidad.

Plan Nacional de Cultura 2001-2010 y Plan Nacional Para las Artes 2006-2010
La ciudadanía democrática cultural es el concepto articulador del Plan Nacional de Cultura, en él convergen lo cultural, lo público y lo plural, con miras a la construcción de un proyecto colectivo de Nación. Lo cultural aparece como la dimensión dinámica de la cultura, es decir, su permanente movimiento y transformación en contextos espacio- temporales; hablar de lo cultural atiende a cuáles prácticas y expresiones se manifiestan y por qué, cuándo y dónde, atiende a lo que se recuerda, lo que se mantiene y lo que se olvida. Lo cultural hace énfasis en lo que significa pero considerando su movilidad según los sujetos y el colectivo, según las especificidades y la diferencia. Lo público hace referencia a la necesidad y derecho a negociar y decidir desde la diferencia, y lo plural, a la visibilización y participación de los diferentes sujetos, comunidades, colectivos, etnias y grupos que hacen una Colombia multicultural. Para abordar lo cultural, con miras a definir una política de estado, el Plan Nacional de Cultura reconoce y enfatiza en cuatro vínculos fundamentales entre lo cultural y lo Estatal: lo político, lo espacial, el conflicto y la sostenibilidad.

Con lo político hace referencia a la posibilidad de definir una postura ética y política frente a la nación, el conflicto, el desarrollo y la globalización con miras a establecer campos de discusión y negociación donde las diferentes propuestas culturales puedan manifestar sus especificidades, ser incluidas y visibilizadas por fuera de de las constitudinarias relaciones de poder.
La relación entre lo cultural y lo espacial es entendida en el Plan como la posibilidad de construir nación desde diferentes especialidades: tanto territoriales (a nivel de proyectos regionales y locales) como en aquellos tejidos y redes de relaciones expresadas por lo colectivo, generadoras de posiciones, movimientos y proyectos políticos y culturales.
El conflicto en la vida social es considerado como la inherente condición de la diversidad, germina en el encuentro entre diferentes intereses y visiones de mundo y es susceptible de potenciar la innovación y creatividad si se generan los espacios de expresión y negociación (por ejemplo con el arte y en este caso en particular con la danza).
La sostenibilidad consiste en el conjunto de prácticas y estrategias desde lo económico, social, ambiental y político, para que lo cultural se mantega en su condición de potencializar, visibilizar y enriquecer las diferentes realidades culturales en todos los entornos: local, regional, nacional y global.

En este contexto y entendiendo las prácticas artísticas como manifestaciones simbólicas polívocas –de conocimiento, placer, proyecto de vida, movilización cultural- que contribuyen al desarrollo cultural, social y económico; son recurso de cohesión, inclusión social y promoción de valores éticos. Plan Nacional para las Artes 2006-2010 busca desarrollar las estrategias para valorizar - reconocer y empoderar - las prácticas artísticas como factor de desarrollo sostenible, de renovación de la diversidad cultural y principio de la ciudadanía cultural, mediante la generación y el fortalecimiento de procesos que construyen sector y dinamizan el entramado de actividades y relaciones que circunscriben el campo artístico. Dichas estrategias han sido definidas en cinco frentes de acción: 1. Consolidar la información y producir investigación socioeconómica sobre el sector artístico; 2. Fomento a la formación y profesionalización de las artes; 3. Fomento a la creación y producción; 4. Fomento a la circulación y apropiación de procesos artísticos; 5. Fomento a la Organización del Sector.

Geoestética y Espacialidad
El marco teórico filosófico y humanista de este proyecto puede ser concentrado en la recapitulación que hace Amalia Boyer[2] sobre el “giro espacial” en la contemporaneidad. Con el “giro espacial”, el pensamiento actual busca evidenciar como el espacio ha dejado de estar supeditado al tiempo y toma relevancia para entender como es la relación entre los emplazamientos (coexistencia de espacios heterogéneos, concepto aplicable nos solo en el contexto colombiano de multiculturalidad sino también en las praxis dancísticas) y los dispositivos de poder que ubican a las poblaciones en relaciones de centro-periferia. Es el momento entonces de entender en el ámbito colombiano la imbricación entre el régimen estético de las artes (la diversificación entre las maneras de ser sensible gracias a la co-presencia de temporalidades y potencias heterogéneas) y la geografía como punto de convergencia de disciplinas para desnaturalizar el paisaje y visibilizar en este los aspectos sociales y culturales.
Desde este análisis podríamos entender mejor como las manifestaciones artísticas, y específicamente la danza, configuran agenciamientos que potencian lo vital de una comunidad y su territorio. Es la oportunidad de establecer una mirada a la relación entre estética y política para atender, apreciar y generar un pensamiento consecuente a nuestra realidad como suramericanos, latinoamericanos, colombianos inmersos en una realidad global: heterogéneos en nuestro cuerpo y en nuestros lenguajes.

ESTADO DEL ARTE
El diagnóstico en el Plan Nacional para las Artes enfatiza en la carencia de bases de datos específicos del sector y de investigaciones que abarquen todas las áreas artísticas en el territorio nacional, por eso este proyecto pretende sentar un terreno de acción para la implementación de un Plan Nacional de Danza a partir del análisis y posterior sistematización de los insumos, que hasta el momento la subdirección de Danza del Ministerio de Cultura ha consolidado en virtud de las acciones llevadas a cabo en 2007 en materia de Formación, diálogo intercultural, participación del sector, investigación. Los insumos a ser estudiados son: Plan para las Artes 2006-2010, Informes de Formación 2007 y compilación de textos de los maestros de dicho programa “Danza, tradición y contemporaneidad”, Investigación “Memorias del Cuerpo” realizada en el 2007, Informes de Comisiones 2007 y 2008 de la coordinación de Danza, Publicación de Danza 2007, Informes de Consejos Nacionales de danza 2006-2007, Informes del proyecto de Trayectos, Propuestas provenientes del sector en solicitud de apoyo al área de Danza 2007-2008.

A nivel local, se hará una lectura de las publicaciones que desde el 2004 viene realizando la Secretaría Distrital de Cultura, Recreación y Deporte en torno a la danza: Memorias de danza tomo I-IV, Pensar la Danza y La Danza se Lee, con el fin profundizar en la relación entre teoría y práctica artísticas, la manera en como en Bogotá se escribe la danza, el pensamiento que suscita la danza con relación a la realidad nacional-local y en la pertinencia de la transdiciplinariedad para fundamentar unas políticas publicas que enriquezcan la producción de este arte tanto en Bogotá como en Colombia.

Si bien el estado del arte pertinente para esta investigación es el compilado de informes de los proyectos y programas de la Dirección de Artes del Ministerio de Cultura, también se están recopilando las investigaciones que sobre la danza se han realizado tanto a nivel nacional como local desde diferentes ámbitos institucionales, es el caso de las investigaciones de Nubia Leonor Florez y Ángela Beltrán, y la desarrollada por la Fundación Danza Común en el contexto del Centro de Experimentación Coreográfico.

OBJETIVO GENERAL

Constituir la primera etapa de un análisis sobre los procesos formales, no formales e informales que, en torno a la danza, se desarrollan actualmente en regiones específicas del país. A partir de dicha observación, se pretende consolidar una cartografía que haga visible y de cuenta de las diferentes praxis “danzarias”, las relaciones geográfico - afectivas que las determinan, y la manera en que tradición y contemporaneidad operan entre sí sobre ellas. Así mismo la investigación implica la conformación de un texto informativo sobre los niveles de acción y participación que poseen las comunidades en materia de formación, difusión y diálogo intercultural. La producción de ambos insumos permitirá sentar un terreno de trabajo adecuado para la implementación de un Plan Nacional de Danza, y un régimen de políticas regionales consecuentes a las realidades y necesidades del sector.

Objetivos específicos:
1. Adelantar un proceso de estudio a través de textos y registros existentes sobre la materia en cuestión (relaciones entre prácticas tradicionales y contemporáneas), y mediante los insumos obtenidos del trabajo de campo en cada una de las regiones.
2. Realizar trabajos de campo, con permanencia de cinco días por región de estudio, que permitan una aproximación a las experiencias quinéticas, afectivas, geográficas, culturales e históricas que determinan sus diferentes modos de hacer danza.
3. Analizar los avances y debilidades del área en temas de inclusión social, interculturalidad e interdiscplinariedad.
4. Reconocer y dar cuenta de las organizaciones culturales líderes en el sector de la danza, dando cuenta de su estado cualitativo.
5. Recopilar la información generada en las actividades, a través de informes escritos y material visual (fotografías y video).
6. Elaborar un documento publicable que contenga un adelanto de la cartografía propuesta, la descripción de los insumos consolidados y su análisis.
7. Socializar, a través de la realización de cátedras, el proceso, avance y propuesta de la investigación en espacios pertinentes para el enriquecimiento de la investigación de la danza en el país.
8. Promover el desarrollo profesional de los investigadores involucrados en el proyecto, y así mismo, el campo de la investigación sobre el sector de la danza en el país.
9. Dotar a las diferentes entidades culturales, públicas y privadas, de insumos teóricos y visuales que apoyen la generación políticas y el desarrollo de proyectos, tales como el Plan Nacional de Danza.
10 Hacer visible a la comunidad en general, el estado actual de la danza en algunas regiones del país.

METODOLOGÍA : Una cartografía para la danza
El reconocimiento por parte del sector gubernamental de los actores y procesos culturales que configuran el tejido del espacio local, exige metodologías que propicien la participación activa de las propias comunidades y potencien su capacidad propositiva.
En consecuencia el proyecto de investigación plantea la Cartografía Social como metodología para obtener del entramado territorial, los factores socio-espaciales propios al hacer de la danza, factores que se manifiestan y reproducen de distintas maneras en cada uno de los contextos locales.
La Cartografía Social es una técnica fundamentada en los principios de la Investigación Acción Participativa, es una estrategia que ha servido para desarrollar procesos desde diversas aproximaciones al desarrollo comunitario. Su base metodológica es la escritura colectiva de mapas, a través de los cuales se leen los rasgos espaciales propios a una práctica cultural que ejerce una fuerza territorializante en la comunidad.

Por supuesto el mapa no es en si mismo la finalidad de éste ejercicio, se trata entonces de la posibilidad de hacer visible a través de él, información para su diálogo y análisis; la información estaría dada a partir de los códigos propios del lenguaje cartográfico: redes, escalas, flujos, fronteras, emplazamientos o localizaciones, bien sean de carácter concreto o relativo.

Para cada una de las regiones de estudio se propone un trabajo de campo realizado por dos de los investigadores. Sin embargo el trabajo de mesa para la constitución de la cartografía final de cada región y el documento informativo, incluye una puesta en común de las experiencias, actividades y registro que involucra al tercer investigador.

El grupo de investigación, en un constante proceso de estudio y experimentación, ha desarrollado pautas metodológicas que permitan la aplicación de la cartografía social al interior de las comunidades dancísticas durante el trabajo de campo. Si bien, la conclusión es que metodológicamente no se puede actuar siguiendo una secuencia lineal y programática uniforme a cada uno de los lugares, planteamos opciones variables de formas y ejercicios a aplicar según las condiciones propias de cada contexto socio-geográfico.
Tipos de mapas: Durante los ejercicios el grupo de investigación encontró dos principales tipos de mapas:

-Grupo 1
El cuerpo en los lugares:
Mapas en los cuales se hace énfasis en aspectos y procesos físicos, (referenciables espacialmente), tipo: localizaciones, flujos y áreas. Sin embargo esta caracterización física convive con lugares intensivos o afectivos (no necesariamente referenciables).
Se lee en ellos un recorrido temporal del sujeto que configura su territorio dancístico.
Coexisten diversas escalas espaciales, se identifica en cada uno de ellos una escala preponderante (países, regiones, ciudades o localizaciones urbanas) de las cuales se desprenden espacios que pertenecen a otra escala espacial, generalmente escalas más grandes (más locales).

-Grupo 2
Los lugares en el cuerpo:
Mapas que hacen énfasis en espacios intensivos o afectivos .
El tiempo no tiene un papel preponderante, los aspectos espacializados no se ubican en un espacio – tiempo determinados.
Se presentan tipos de cuerpos en relación a regiones epistemológicas de la danza (corrientes, disciplinas, ritmos, tendencias o tipos de formación y aprendizaje).

Etapas metodológicas propuestas pare la realización del ejercicio de cartografía social:

Etapa 1: introductorio.
Antes de la realización colectiva e individual de los mapas deben generarse espacios de reconocimiento del grupo de investigación y la población danzante local, estos espacios deben dinamizar la memoria colectiva y crear un espacio de confianza entre los participantes.
1.a. Recorridos verbales: Con la ayuda de los insumos cartográficos (mapas topográficos, fotografías aéreas, mapas temáticos, etc.) se hace un trabajo de reconocimiento de los aspectos y características espaciales que configuran cada uno de los contextos de la danza local.
2.a. Recorridos físicos: al haber reconocido los espacios de la danza en los mapas técnicos, se realizan recorridos físicos a los lugares que configuran la espacialidad de la danza local, el grupo de investigación no sólo dará cuenta del lugar, además participará de las actividades propias a él.
Es recomendable que en ésta etapa se implementen ejercicios básicos de implantación cartográfica, es decir que durante el recorrido se vaya configurando un mapa base, de carácter preliminar que facilite el ejercicio de cartografía social.

Etapa 2: Corresponde a la elaboración de los mapas por parte del grupo de trabajo, si bien las características de esta etapa varían según las especificidades locales se recomienda lo siguiente:
El grupo de investigación debe introducir la sesión mostrando al grupo su propia experiencia cartográfica, con el fin de generar un espacio de confianza que permita la espontaneidad:
Realizar mapas individuales.
Realizar mapas colectivos.
Existe la posibilidad de realizar mapas a escala cuerpo, en los cuales los participantes con sus cuerpos crean y habitan a la vez el mapa, puede ser un ejercicio de carácter introductorio.

Etapa 3: Lectura y análisis colectivo de la información implantada en los mapas.

Esta etapa debe propiciar la problematización tanto de la información como de la forma en que ésta se implanta en el mapa, cada detalle gráfico o visual del mapa puede desglosar gran cantidad de información valiosa tanto para la investigación como para el reconocimiento territorial de la danza por parte de la comunidad participante.
Nota: paralelo a esta etapas los investigadores deben realizar un mapa propio que de cuenta de todo lo vivido en el lugar, mapa que tendrá el carácter de “diario de campo” espacial.

Sistematización: a través de la organización de los datos que en el proceso se generen es posible crear un marco referencial para los procesos de socialización y configuración de planes o políticas de acción. Se debe hacer en todos los momentos que constituyan el ejercicio de la Cartografía Social. además es el puente que conecta la Cartografía Social con una cartografía de carácter técnico y referencial.

Referencias: - Habbeger S. y Mancila I. 2006, El Poder de la Cartografía Social en las
prácticas contrahegemónicas. y La cartografía Social como estrategia para diagnosticar nuestro territorio. Extraído el 26 de mayo de 2008 de http\\: areaciega.net\index.php\plain\cartografias. -Territorio y Cartografía Social. tomado el 26 de mayo de http\:
http://www.asoproyectos.org/modulo0. - Debates sobre espacio en la geografía contemporánea. -Ovidio Delgado, Ediciones Universidad Nacional de Colombia. Bogotá 2004.
[1] De ahí la pertinencia de la formación de los investigadores: un geógrafo, una artista plástica y una antropóloga, todos ellos bailarines.
[2] Las ideas aquí puntualizadas fueron expuestas recientemente en el Seminario Espacialidad, Biocapitalismo y Geoestética” organizado por Divulgación Cultural en la Universidad Nacional de Colombia el pasado mes de mayo.

RESULTADO ESPERADO

Como resultado de esta investigación, se espera obtener un documento rico en elaboraciones conceptuales, imágenes y datos puntuales, sobre la producción y flujos de la danza en el país; así como sobre las experiencias de vida que la han hecho y la hacen posible hoy en sus ejecutantes.
Confiamos en que dicho documento, se constituya en plataforma para subsiguientes investigaciones que den cabida a una cartografía más amplia, sobre las prácticas de danza en la totalidad del territorio nacional.
Así mismo se espera que esta investigación, apoye de manera importante a los actores del sector en la identificación de sus riquezas, potencias y falencias a nivel cultural y político.
El reconocimiento de dichos mecanismos y corrientes de circulación de la danza en el país, hará posible la implementación de políticas adecuadas, el surgimiento de nuevos proyectos, y la generación de nuevos imaginarios que continúen alimentando la diversidad artística y cultural colombiana.
Por último se espera que esta investigación siente el terreno para la elaboración de un Plan Nacional de Danza.

PLAN DE SOCIALIZACIÓN

Con la articulación de los entes locales y entes académicos de las universidades, se realizarán cátedras de socialización durante los meses de octubre y noviembre. En el momento se hallan confirmadas cuatro sesiones para esta actividad: el día 21 de octubre en el marco del Festival Universitario de Danza en la ciudad de Bogotá, el día 24 en el marco del Encuentro de Cultura Afro Colombiana en Medellín, y los días 27 y 28 nuevamente en Bogotá como sesiones exclusivas para la socialización de esta investigación; así mismo se prevén sesiones alternas en otras ciudades del país, dichas cátedras permitirán dar a conocer el estado del arte consolidado en la investigación, su dirección y su propuesta de análisis.